En el egolátrico, fascinante, mudable, populoso, y siempre de moda, mundo de la moda, pocas vidas hay tan singulares y tan llenas de interés como la del poco recordado modisto parisino Paul Poiret (1879-1944). Su figura no es solo trascendental para conocer la evolución de la moda en la época del art decó y de las vanguardias, también él mismo, como personaje, tiene un enorme y dramático atractivo. Poiret además de un creador fue también un exitoso y versátil empresario de la moda y de sus alrededores, amigo de pintores –Raoul Dufy o Derain–, de escritores –Colette o Jean Cocteau–, actor ocasional y autor de varios libros de moda, cocina o autobiográficos. Aparte de ser el rumboso patrocinador de las más lujosas y exclusivas fiestas del París de entreguerras, lo que al parecer le llevó al desastre y a la ruina en 1929, justo unos meses antes de publicar En habillant l'époque (1930). El antiguo triunfador Paul Poiret murió pobre y olvidado, de forma inadvertida, el 30 de abril de 1944; corrían los últimos días de la ocupación nazi de Francia. En 2007 el Metropolitan Museum of Art de Nueva York le dedicó una magna exposición. A.L.