Los niños necesitan algo (¡este libro!) y alguien (¡un adulto de su entorno!) que les enseñe a gestionar de forma autónoma, sus emociones, que les ayude a entenderlas y a no caer en su trampa. La meditación y las técnicas de respiración consciente son las mejores herramientas natuarles para enseñar a los niños de todas las edades a reconocer sus estados emocionales y convertirlos en una ventaja.
En esta historia ilustrada, cuatro simpáticos personajes se enfrentan a problemas emocionales y relacionales propios de la infancia, y de un fructífero intercambio de ideas entre ellos nacerán útiles consejos capaces de devolverles el equilibrio, la alegría y la serenidad.
En esta historia ilustrada, cuatro simpáticos personajes se enfrentan a problemas emocionales y relacionales propios de la infancia, y de un fructífero intercambio de ideas entre ellos nacerán útiles consejos capaces de devolverles el equilibrio, la alegría y la serenidad.