La figura de San Bernardo ocupa un lugar central en la historia y la espiritualidad de la Cristiandad medieval. Su alta autoridad moral, reconocida espontáneamente tanto por la jerarquía temporal como por la jerarquía eclesiástica, le situó, muy a pesar suyo, pues su vocación era puramente monástica y contemplativa, como árbitro indiscutido de los conflictos políticos y teológicos de su tiempo. Consejero de reyes y papas, inspirador de la regla de la Orden del Temple, impulsor de las cruzadas, san Bernardo es un personaje clave para comprender el siglo XII y, en general, el espíritu de la Edad Media.
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, D ausgeliefert werden.