En la segunda mitad del siglo XVIII las expediciones de límites en Sudamérica supusieron una nueva concepción de la Corona española sobre los territorios y la legitimidad de su dominio. Las claves giran en torno a cinco fundamentos: la conciencia del límite como factor racional y medible; el planteamiento del límite, como idea de progreso; la demarcación como elemento geoestratégico de zonas de propiedad y riqueza; la regulación del límite como organización territorial para la eficacia y modernización del Estado; y el límite como manifestación de una nueva estructura socio económica. La demarcación señaló una débil frontera tras el forcejeo de España y Portugal en el siglo XVIII. La imprecisión de la frontera fue uno de los motivos de litigio entre las nuevas repúblicas en el siglo XIX. La nueva noción de frontera sería opuesta al viejo concepto del límite-dominio del sistema señorial. El binomio frontera-Estado borbónico fue sustituido por el de frontera-República independiente.Evidencia de la inestabilidad, y alternativa a la guerra, la negociación diplomática fue una prueba más de las contradicciones generadas en las nuevas naciones dentro de la contemporaneidad.