El libro ofrece un análisis económico del desarrollo privado de infraestructuras y de la gestión privada de servicios sociales. Posiblemente ésta es una de las cuestiones más relevantes de la política fiscal en una sociedad moderna, y resulta determinante para el mantenimiento del nivel de bienestar social. Pero, al mismo tiempo, es también una cuestión controvertida. La participación privada en la gestión de activos y servicios públicos despierta en algunos la ilusión de conseguir una oferta mejorada de servicios para la comunidad con un coste menor; pero en otros, el temor a situaciones de mayor desigualdad. La cuestión bajo análisis es muy relevante dada la importancia en el desarrollo económico y en el bienestar social de las infraestructuras básicas de un país y de determinados servicios sociales. Por otra parte, dada la magnitud del importe destinado a la creación de activos y la prestación de servicios comunitarios, mejoras incluso marginales en la forma en la que se gestionan estos procesos pueden implicar incrementos en el nivel de utilidad social, y menores tasas de déficit público.