En el presente trabajo examinaremos la percepción en el primer Merleau-Ponty, conocido por su obra Fenomenología de la percepción, con el fin de abordar la cuestión estética. Siguiendo el hilo de sus obras más juveniles relacionaremos el contenido tratado con la estética de Ortega y Gasset. Por un lado, abordaremos las bases de la percepción según el pensador francés, éstas se dividen en cuatro puntos capitales: el cuerpo, el tiempo, el espacio y el movimiento. Veremos cómo el cuerpo pasa a un plano originario en la percepción donde ésta no tiene que pasar estrictamente por el corte conscientes teoreticista. Por otro lado, estableceremos puentes con la teoría orteguiana donde examinaremos tres conceptos en concreto: la circunstancia, la perspectiva y «el bosque». En ambos pensadores la preocupación por lo vívido es patente, en tanto que fenomenólogos, se preocupan por el lema que había legado Husserl: «ir a las cosas mismas».