El mes de mayo de 1979 representó un hito en la historia de la educación en Chiapas y México. En ese momento surgieron las primeras expresiones de inconformidad y protesta de los trabajadores de la educación en contra de las condiciones laborales educativas vigentes y del autoritarismo/verticalismo imperante en el sindicalismo magisterial dominante. Las relaciones entre los principales sujetos educativos y las estructuras institucionales del sistema educativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) empezaron a tener un quiebre que paulatinamente se fue agudizando, conforme la intransigencia institucionalizada entre ambas instancias, se agudizó y generó la polarización con los sujetos educativos que estaban laborando en las comunidades rurales más pobres, marginadas y desprotegidas del México contemporáneo.