Estos son relatos de lo que sesga una mirada para siempre: injusticia y sufrimiento bajo muchas formas. Algunas veces se disfraza de amor y descubre otros rostros: la no correspondencia, el doble, la incapacidad de seguir adelante a pesar de no haber sido. Otras veces se viste de violencia y explota en un golpe, o se convierte en justicia por mano propia, o es la derrota del silencio. Pero, sobre todo, son formas de la espera; para que el tiempo logre la metamorfosis y que los relatos sean lo que el tiempo se llevó.