En el paisaje se narra la historia de quienes lo han habitado; es el espacio con un sentido, producto de las relaciones humanas y no humanas con el mundo; es punto de apoyo espacial y soporte material en el cual los grupos humanos despliegan sus posibilidades de acción a través de distintas habilidades y destrezas. En el paisaje ocurre la vida, además de espacio es tiempo, por lo que a través de este, se percibe una historia de acontecimientos que refiere a distintos momentos. Por tal motivo su estudio desde la arqueología se fundamenta en una mezcla de información de distintas épocas, en las que los grupos humanos han formado parte de su entorno. Los paisajes insulares se encuentran cargados de trazos con significados que refieren a prácticas antiguas y, se constituyen como eslabón de una cadena más amplia de acciones humanas en las que, tierra firme, otras islas de mayor tamaño y las rutas marítimas, reflejan la totalidad de la vida de una época. Sobre estas premisas, esta investigación cobra interés al estudiar fenómenos que permiten sustanciar cambios en el paisaje a partir de las evidencias arqueológicas y documentales de la isla de Cubagua.