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¿Qué hace un jovencito universitario en un conservador país latinoamericano cuando no puede profesar abiertamente sus sentimientos a la chica de quien se ha enamorado? El joven ingenia convertirlos en letras y así logra expresarlos artificiosamente a su amada tarde tras tarde sin que nadie, ni la musa misma, se entere del verdadero destinatario. Con el tiempo, en su cuaderno los apuntes van creciendo -como el amor mismo- y la relación se fortalece. El primer grupo de 50 apuntes que dedica a su musa lo titula EX CORDE: Ideas y poemas, pero al ser insuficiente idea completar "100 sueños"…mehr

Produktbeschreibung
¿Qué hace un jovencito universitario en un conservador país latinoamericano cuando no puede profesar abiertamente sus sentimientos a la chica de quien se ha enamorado? El joven ingenia convertirlos en letras y así logra expresarlos artificiosamente a su amada tarde tras tarde sin que nadie, ni la musa misma, se entere del verdadero destinatario. Con el tiempo, en su cuaderno los apuntes van creciendo -como el amor mismo- y la relación se fortalece. El primer grupo de 50 apuntes que dedica a su musa lo titula EX CORDE: Ideas y poemas, pero al ser insuficiente idea completar "100 sueños" mediante un segundo tomo: EX CORDE: Colección privada. Sin embargo, completado el objetivo, no podía parar de escribir y surge un tercer tomo al que llama AD SEMPER, AB AETERNO, que posteriormente da nombre a todo el conjunto. La relación y los poemas terminan abruptamente un infausto día sin que su amor sea correspondido y la obra permanece guardada, inédita por un cuarto de siglo, hasta que los presagios finalmente cobran vida.
Autorenporträt
Antoni Gorm (pseudónimo) nació en un pequeño país centroamericano y, aunque pasó parte de su infancia en el norte de Europa, debió vivir las vicisitudes de una guerra civil durante el resto de su niñez y adolescencia, gustando de pasar tiempo tocando la guitarra o embebido en la literatura clásica y las enciclopedias. A finales de la guerra y tras los acuerdos de paz estudia medicina y posteriormente se traslada a España donde termina su formación, regresando luego a su país natal para trabajar con los más necesitados. Además de dedicar tiempo a las letras y a la música, Antoni es astrónomo aficionado y actualmente un devoto Pastafari.