La IA convive con nosotros a diario en infinidad de lugares. En las redacciones de los medios de comunicación cada vez adquiere mayor relevancia. Organiza los contenidos y determina el discurso informativo. Los agregadores de noticias recopilan las informaciones de Internet y sus redes sociales, las clasifican, sintetizan y distribuyen según lo que determine el algoritmo. La IA supone la desaparición gradual del periodismo que ha vertebrado nuestras sociedades. El periodista había sido secularmente la principal fuente de información y su legitimador. Ahora un enjambre de noticias anónimas no validadas inunda las pantallas. El último periodista. La inteligencia artificial toma el relevo incursiona en el largo periplo en el que nuestra civilización pasó de la escritura sumeria y las primeras hojas informativas en Roma al periodismo democrático y su riesgo actual de implosión con los robots inteligentes. Reivindica el periodismo independiente y el libre albedrío del ser humano, sin rechazar las tecnologías inteligentes que coadyuven a su emancipación y progreso «¿Vamos hacia el fin del periodismo, tal como lo hemos entendido durante el siglo XX? ¿Estamos a las puertas del último periodista? Y si el periodismo de calidad desaparece, ¿qué fuentes de información influirán en el futuro para que el público se pueda formar un criterio sobre lo que pasa, en condiciones de discernir sobre lo verdadero y lo falso?» (Armand Balsebre).