Este estudio se desarrolló como una apuesta por contribuir a una educación inclusiva con calidad, en el marco de una educación para todos. Parte de la premisa de que toda práctica pedagógica debe ser revisada por cada ente territorial, rescatando sus fortalezas y transformando sus debilidades a través de la cimentación de una cultura de la auto-evaluación y la gestión tanto institucional como de aula, disminuyendo brechas sociales y educativas. Esta propuesta abre las puertas para que las secretarias de educación y los directivos de las instituciones educativas generen proyectos y programas de formación a maestros con el ánimo de impactar su quehacer en el aula, así como la gestión institucional con miras a minimizar las barreras existentes en el aprendizaje, dando lugar a una educación en la que todas y todos puedan participar y convivir, valorando y respetando la diversidad existente en cada ser.