En este trabajo se exploran las experiencias de violencia y de restitución de cuatro sobrevivientes de minas antipersonal (SMA) del Magdalena Medio colombiano, un escenario que inevitablemente evoca el problema de la pertenencia de la tierra, del campesino y la paradoja entre la riqueza del subsuelo y la pobreza de quien lo labra: las raíces históricas de nuestra violencia. La subjetividad, la intersubjetividad y la experiencia social son las categorías de análisis que permitieron mostrar que el héroe, el criminal y la víctima pueden habitar un mismo cuerpo fragmentado y que no es lo mismo ser víctima que ser sobreviviente. Esta apuesta por lo interdisciplinario (pues la psicología y la antropología se ponen al servicio de los objetivos del estudio) muestra, por una parte, cómo es la relación entre las experiencias de violencia y de restitución de los sobrevivientes de minas antipersonal y las dimensiones sociales, históricas, políticas y culturales en las que se encuentran inmersos. Por otra pone de manifiesto el potencial de una comunidad para repararse a sí misma y movilizar la restitución de sus cuerpos desmembrados.