Se trata desde una perspectiva antropológica la cuestión del delito y el castigo, aplicado al caso concreto del infanticidio. La muerte de un bebé recién nacido, generalmente a manos de su madre, sigue siendo una incógnica. Sin embargo, la visión antropológica, con una etnografía que permite reconstruir los escenarios múltiples y recoger las voces, ante todo de las mismas mujeres, y después de los diversos actores que pueblan el mundo penal (que llamamos "contexto de la ofensa): policías, jueces, defensores, fiscales, peritos, la cárcel y sus celadores, siente algunas de las posibles bases que permiten dar un sentido posible a este delito. Se hace especial énfasis en las condiciones de vida, y el demoninador común de la violencia doméstica y de género de la que padecen estas mujeres, de manera tal que no se llega a cometer este delito en forma "casual" ni mucho menos "gratuita". La hipótesis principal fundada en lo atendicho es que estas mujeres carecen de modelos maternales lo suficientemente firmes y estables como para haberles dado, a ellas mismas de sus propias madres, un estándar de confianza más allá de toda prueba.