La necesidad económica y social del país ha llevado a la máxima dirección política y administrativa del estado, a la decisión de reorganizar la actividad agroindustrial azucarera, en función de lograr produciones más eficientes, basadas en la diversificación, el redimensionamiento y el perfeccionamiento de sus empresas. La premisa fundamental fue la capacidad productiva de las tierras que forman parte del sector agroindustrial, con la visión de racionalizar su uso y que se empleen para la producción las tierras aptas, en aras de optimizarlas y lograr un desarrollo ambiental sostenible. En esta investigación se presentan el proceso y los resultados de la evaluación realizada, teniendo encuenta las condiciones de suelo y clima presente en este agroecosistema. Se observó que, de una superficie de 6002.8 ha de caña, el 95.8 % resultan aptas para el cultivo de la caña, en las categorías del 1 al 3 y 4,2 % de no aptas. Ninguno de los cultivos evaluados puede explotarse en condiciones de secanos, excepto el pasto artificial y la guayaba, por lo que la diversificación de las áreas es necesariamente en riego.