Las organizaciones educativas tienen una finalidad, objetivos de supervivencia; pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de crecimiento. Tienen una personalidad, una necesidad, un carácter y se les considera como micro sociedades que tienen sus procesos de socialización, sus normas y su propia historia. La escuela como institución no es exenta de esta teorización y comportamiento, ella sufre, gana y genera valor social, pero no es vista como tal por el sistema capitalista y el modelo de economía de mercado agresivo que se representa en su existencia actualmente. Es el caso de las organizaciones de nuestro estudio.