El deporte para las personas con discapacidad, sobre todo al síndrome de Down, representa un camino de superación eficaz, que les ofrece integración, seguridad y autonomía. En consecuencia, ellas pueden incorporarse a actividades que les proporcionen un buen nivel de calidad de vida; en este sentido, se debe acotar que la actividad física, como el entrenamiento deportivo y la competición, han demostrado ser muy útil para las personas con Síndrome de Down, porque se benefician físicas, mentales, sociales y espiritualmente. Aunado a esto, la natación es un deporte que puede ser practicado tanto por personas con discapacidad física como intelectual, porque estimula a usar de forma constructiva el tiempo libre y la ventaja que puede dar la natación en el plano emotivo para su bienestar psicológico. Por lo dicho anteriormente, los ejercicios específicos de la natación para niños y niñas con Síndrome de Down, representan un progreso importante para su desarrollo físico e intelectual siendo más factible durante su infancia.