Este libro corresponde a un estudio longitudinal sobre el desarrollo pragmático que alcanzan aprendientes angloparlantes de E/LE, durante un semestre en una universidad chilena y el mismo periodo en una universidad canadiense. Los aprendientes fueron divididos en tres grupos de nivel de lengua, a objeto de establecer si existe una correlación positiva entre la competencia lingüística de los estudiantes y su actuación pragmática en español. Los resultados muestran discrepancias entre el desarrollo sociopragmático y sociolingüístico en aprendientes de inmersión y no inmersión respectivamente. Por otro lado, se observa que existen diferencias en el uso de estrategias y microestrategias pragmáticas, dependiendo del nivel de lengua de los aprendientes.