Tradicionalmente el entrenamiento físico del portero ha estado vinculado a esfuerzos continuos y de carácter resistivo, similares a los entrenamientos del jugador de campo, criterios con los cuales no estamos de acuerdo, pues observaciones directas realizadas en el contexto del juego competitivo arrojan elementos de juicios que hablan a favor de otras formas de preparación, en el que el esfuerzo es diverso en cuanto a intensidad, distancia y ritmo; es por ello que nos dimos a la tarea de diseñar un sistema que nos permitan controlar los esfuerzos físicos que realiza el portero de fútbol durante el juego, para a partir de allí corregir y perfeccionar su entrenamiento.