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Los Papás son el ejemplo que Dios puso en las familias para proteger, cuidar, enseñar, guiar y proveer para las familias. Después de Dios, son los papás los que deben tomar responsabilidad de cuidar las emociones y el corazón de los hijos sin hacer daño al mismo tiempo. El Salmista se refiere a los hijos como flechas de un arquero. "Salmos 127: 4 Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero". Los hijos son el regalo más preciado de Dios hacia los padres, al igual que los padres para los hijos. Dios puso reglas y mandamientos para que los padres tuvieran una…mehr

Produktbeschreibung
Los Papás son el ejemplo que Dios puso en las familias para proteger, cuidar, enseñar, guiar y proveer para las familias. Después de Dios, son los papás los que deben tomar responsabilidad de cuidar las emociones y el corazón de los hijos sin hacer daño al mismo tiempo. El Salmista se refiere a los hijos como flechas de un arquero. "Salmos 127: 4 Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero". Los hijos son el regalo más preciado de Dios hacia los padres, al igual que los padres para los hijos. Dios puso reglas y mandamientos para que los padres tuvieran una guía en la cual puedan enseñar y guiar a los hijos en el camino de la fe, la esperanza, y el amor. Este libro está especialmente elaborado para aquellos padres que quieren convertirse en amigo de sus hijos. Está hecho para padres que quieren lograr a entender el pensamiento de sus hijos y la razón por la cual actúan con rechazo en algunas áreas y comodidad en otras. Está diseñado para aquellos padres que quieren disciplinar a sus hijos de una forma sana en la cual los hijos podrán entender la razón de su corrección moral, espiritual, personal, y familiar. Para poder corregir un error es necesario que salgamos de nuestra área de confort e investiguemos cuál es la solución o la alternativa para el problema con el que se está enfrentando. Todos los padres un día fueron hijos y los hijos tienen mentalidades diferentes por su tiempo. La responsabilidad y el sueño de todo padre es que sus hijos crezcan amando a Dios, sin dudas, y con corazón agradecido a Dios por lo que él hace en nuestras vidas.