El COVID-19 nos hizo redescubrir un mundo en el cual la tecnología avanza con la misma vertiginosidad con la que crea incertidumbres, pero estas nos invitan a pensar en reconstruirnos desde el primero de todos los saberes: el conocimiento de nuestra condición humana. Esta filosofía nos permite pensar la vida como trayecto, la educación como el saber que nos prepara para un vivir mejor, la política como la creación del bien común, el poder como herramienta de distribución social, equidad de bienes materiales y culturales, y el Estado como organizador de una comunidad que garantice la dignidad de los pueblos. En esta visión, "Liberar futuro" es una responsabilidad que nos incluye como educadores y, después de una pandemia, es un valor que debemos transmitir quienes hemos decidido no instalarnos en la queja. Estas reflexiones son una nota de color entre la filosofía, la política, el poder y la educación que pretenden liberar las ataduras de los estereotipos de la educación de prepandemia para ponderar todo lo que aprendimos a través de los ensayos y errores en este momento histórico, y que nos proponen la certeza de crecer aún más allá de nuestros deseos.