El origen eólico de los loess, se ve claramente identificado por la elevada selección granulométrica que presentan. El tamaño limo representa más del 70% de las partículas y en consecuencia las técnicas de estabilización desarrolladas para arenas y arcillas no presentan efectividad en ellos. Del mismo modo es fundamental comprender que la ausencia de plasticidad no implica un carácter inerte, existiendo una reactividad potencial importante basada en la mineralogía de estos sedimentos. Nuevas técnicas de laboratorio permiten detectar la actividad de los minerales constituyentes del loess y seleccionar el método y porcentajes óptimos para su correcta estabilización.