Estas organizaciones empresariales desempeñan un importante rol dinamizador de la economía de los países en general, por lo cual los esfuerzos que pueden concretarse para impulsar su consolidación redundarán de manera directa en beneficio del desarrollo económico y social de la nación. Este nuevo esquema obliga a replantearse continuamente la naturaleza y los objetivos de los procesos administrativos clásicos para poder satisfacer en todo momento las demandas de los ciudadanos de un modo adecuado a sus expectativas. Esta transformación exige la introducción de una nueva cultura administrativa sustentada en la participación democrática, la consecución de resultados y una función dinámica, flexible e innovadora, capaz de crear valor añadido, de suministrar servicios eficientes y de adaptarse continuamente al cambio. Es este sentido, los gerentes, y colaboradores en general adquieren una especial relevancia y protagonismo, dirigida hacia la función altamente profesionalizada y formada que deben poseer, en esa medida serán capaces de dar respuestas adecuadas a las nuevas necesidades.