La poesía de Gustavo Pereira está impregnada de cantos primigenios, de voces fuertes que cincelan constantemente el mundo interior del poeta para abrir resquicios hacia el pasado, que es el hoy. Este trabajo intenta develar los finos hilos que tejen los escenarios poéticos en Pereira, escenarios que van desde la periferia urbana hasta los lugares caracterizados por el desarraigo, la desolación y la intemperie. Todos ellos metáforas del exilio interior que puebla al mestizo. Además, se indaga si existe una escritura espiral en Gustavo Pereira y cuáles son los procesos semántico-pragmáticos que hacen de su poética una metáfora estilística y antropológica del mundo espiral del indígena, mundo fragmentario y escurridizo que se hace aprehensible desde el nivel textual por medio de ciertos marcadores discursivos que evidencian la existencia de la metonimia y la sinécdoque, recursos que ocultan bajo sí importantes metáforas que nos llevan a esclarecer las relaciones entre poder, diáspora, imperio, caracol y canto.