Trabajos experimentales y epidemiológicos proponen al consumo de azafrán y cúrcuma como beneficioso para la salud, ya que actuarían como alimentos funcionales quimiopreventivos. No obstante, no se han identificado en su totalidad los compuestos bioactivos intervinientes. Por ello, se plantea la necesidad de estudiar el perfil químico de las mencionadas especias, analizando su composición de ácidos grasos y fenólicos con técnicas cromatográficas especializadas. Este trabajo tiene por objeto proveer y ampliar las bases químicas que fundamentan el potencial fármaco-nutricional de ambas especias, fundamentando su inclusión en la dieta y su estudio en futuras investigaciones.