La pregunta por el sentido de la vida y la existencia recorre la historia de la filosofía tanto como las historias personales. Preguntar por ello es preguntar, a la vez, por las condiciones de humanidad en las que se despliega el acontecer del mundo y nuestro propio acontecer. Desde el preciso instante en que nos advertimos arrojados a la existencia y a la vida surge la necesidad de reflexionar sobre ello. La consciencia de vivientes lúcidos nos obliga, en cierto modo, a alzar la pregunta por el sentido. Este texto, pregunta precisamente esto, por el sentido de la vida y la existencia, una vez hecha su aparición definitiva el nihilismo, es decir, la nada de sentido. Comprender el significado profundo del nihilismo permite no sólo revisar cuestiones fundamentales del pensamiento filosófico -como lo son la verdad, la vida, la ciencia y Dios, entre otras-, sino, antes también, y principalmente, hace posible palpar la experiencia del hombre contemporáneo frente a lo instituido por el pensamiento.