El tema en concreto que se plantea es tener una caracterización de espacio acústico, de ambiente acústico que se pase a un SIG de una ciudad concreta, en este caso tomado de El Ensanche de Barcelona y contrastarlo con Vilnius. La exposición al ruido (es decir, el sonido no deseado o potencialmente peligroso) en casa, en el trabajo, durante el viaje y durante las actividades de ocio, es un hecho de vida para todos. A veces el ruido puede ser lo suficientemente fuerte como para dañar la audición, y en los niveles inferiores puede interrumpir la vida normal, afectan los patrones de sueño, y afectan nuestra capacidad de concentración en el trabajo, interfieren con las comunicaciones, e incluso causar accidentes. Claramente, la exposición a un ruido excesivo puede afectar nuestra calidad de vida. Si queremos obtener el Quiet (Q), el silencioso o el de los sonidos positivos, debemos buscar unos parámetros; y de hecho la normativa europea los exige, y la estatal empieza a dar pautas. Endefinitiva faltan muchos profesionales y gente preocupada en lo que es la calidad, y la estética sonora de un espacio.