Padecer una discapacidad de origen cardíaco, implica para el paciente y su familia un cambio radical global e imprevisto. Es tarea de la Rehabilitación cardíaca, velar por que más allá de ofrecer un alivio en lo físico, se provea un alivio en lo social, en las barreras que los pacientes y sus familiares refieren. Pensar un programa que tenga en cuenta las particularidades de los pacientes, más allá de sus cualidades físicas, ha de ser la estrategia para lograrlo.