Un buen día para no morir es un libro escrito dentro de una clínica neuropsiquiátrica luego de un intento de suicidio. El autor nos va llevando desde el momento de ingreso a su internación, donde todo a su alrededor es gris, donde no hay ganas de vivir, pasando por las etapas de un duelo de una relación amorosa, para luego volver a encontrarse espiritualmente. Esta obra nos muestra las distintas emociones que puede sentir una persona que pelea día a día con las ganas de vivir y salir adelante. La angustia, el llanto, la desesperación, son palabras que se repiten a lo largo del libro. Escrito en forma de microrrelatos, el autor nos invita a ver a través de sus ojos cómo fue el proceso que lo llevó de intentar quitarse la vida a la elección de seguir viviendo.