Fragancias de Amor es una obra de poesía consciente que celebra la hermosura de la mujer. Empapado de alguna dosis de erotismo, el poemario saca a flote el duende de la amada, idealizando su belleza y viendo en la mujer la fuente de ternura de su corazón. El hombre convertido en amador, se despoja de su carácter machista y contempla la criatura divina, pulcra desde la cabeza hasta los pies. Repletos de dulzura, los distintos poemas promueven el amor correspondido. En esta obra poética, a veces, el enamorado convierte a su dulcinea en musa, recorriendo con ella praderas placenteras. Y, emborrachado de sus fragancias de ternura, recibe flechazos de amor que le convierten en eterno enamorado. Más allá de su función lúdica, esta obra es buena consejera. Pretende servir de guía a la pareja, oponiéndose al machismo y denunciando la actitud del mujeriego.