Una región posee un elenco abierto y cambiante de factores de crecimiento, los que forman un gran inventario. Una realidad que en regiones y países cuyo crecimiento se ha basado en la explotación de recursos naturales preexistentes, resulta difícil de percibir. En este ambiente variable, un país debe ser capaz de definir líneas de crecimiento y de desarrollo económico equitativo para todas sus regiones, y éstas a su vez, deben participar activamente en las estrategias de cambio, considerando para ello el potencial de crecimiento que poseen todas sus riquezas y las oportunidades que brinda el mercado en su desarrollo.