El presente libro trata sobre de cómo mi juventud extravagante y galopante se comportó como un caballo salvaje, desbocado y delirante, que corría por el mundo placentero y dormía en cualquier establo con potrancas y yeguas en celo. Me dejé llevar por mis instintos y placeres mundanos y no por la razón. En este loco torbellino caí enfermo y cuando estuve por morirme clamé a gran voz: ¿¡Jesús hijo de David, ten misericordia de mi¿ y poco a poco el Señor me sanó y me restauró. Y es allí donde mi caballo sufre una metamorfosis y se convierte en una persona, en un hombre humilde y manso de corazón, y así nací de nuevo a una vida nueva. Piedras preciosas también es un testimonio que expresa sentimientos que brotan del fondo de mi corazón y llevan un mensaje de cambio a una nueva vida. Estas manifestaciones confidenciales brotan como los manantiales abiertos de las montañas altas, llevando en sus aguas limpias Piedras preciosas de valores y virtudes. En la que los valores se hacen realidad sólo a través del actuar del hombre; no es necesario pregonar a los cuatro vientos que tenemos tales valores sino lo que importa es ser un hombre de buena voluntad y tener fe en el Salvador del mundo.