Entre 1970 y 2015 los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) han sufrido 174 inundaciones, producto de fenómenos hidrometeorológicos como las lluvias intensas y sudestadas. Si bien el aumento de la media y los extremos de precipitación (Camilloni, 2015; Gatti 2015) y sudestadas (Bischoff, 2005) han contribuido a que se generen este tipo de eventos adversos, los orígenes proceden de una Gestión de Riesgo de Desastres (GRD) ineficiente. En la GRD las acciones se categorizan temporalmente en el antes, el durante y el después del evento. Existe una alta exposición y densificación, producto de una rápida y no planificada urbanización en muchas de las zonas de la CABA se debe una gran carencia de visión de conjunto "multisectorial" (holística) con miradas parciales, sectoriales donde se trabaja solo ante la emergencia y muy raramente en la etapa anterior a un evento. En la presente publicación se hace un análisis de las medidas no estructurales, clasificadas en FRM (Medidas de Resiliencia ante Inundaciones) y FPRM (Medidas para Reducir la Probabilidad de Inundación) (Pasche et al, 2008), que buscan complementar las obras de infraestructura existentes en la CABA.