El mareo y el vértigo, son considerados unos de los síntomas más comunes entre los adultos, afectando considerablemente la calidad de vida de los pacientes con patología vestibular, encontrándose entre las consultas más frecuentes en medicina, afectando entre un 30% y un 40% de los pacientes de la población general y un 20% de la población de más de 60 años. Si bien la rehabilitación vestibular está siendo reconocida cada vez más como una herramienta de gran utilidad clínica y se conocen diversos tipos de protocolos, hay una importante necesidad de establecer protocolos específicos, que permitan una correcta intervención del paciente. En esta obra se demostrara que los protocolos de Cawthorne y Cooksey y Susan Herdman, generaron una importante mejoría en la calidad de vida de los pacientes que se analizaron, en un tiempo corto, demostrando así su eficacia y su confiabilidad.