Durante los setenta últimos años del pasado siglo XX, puede decirse que tuvo lugar uno de los periodos de mayor impulso y desarrollo de la ingeniería civil en la más reciente historia de España. Analizando con cierto detenimiento las obras civiles españolas que a lo largo de esos años han tenido síntomas de algún tipo de patología específica, problemática o complicación, es notorio comprobar que muchos de ellos se solucionaron de forma sorda. Esto es, sin saber muy bien qué había pasado realmente y dónde se encontraba el origen del fallo, accidente o la causa que lo desencadenaba. Esta causa se relacionaba con las condiciones geológicas pero no se profundizaba en el conocimiento científico de los problemas. Dentro de este cúmulo de dificultades son de destacar los ocurridos en las cimentaciones de diversas estructuras y obras de sostenimiento de túneles durante el proceso de excavación, ejecutadas todas ellas en facies arcósicas o arcosas propiamente dichas. Con el trabajo se pretende entender el origen de los problemas desde los puntos de vista geológico y geotécnico y desarrollar nuevas técnicas de ensayo que permitan calibrar su peligrosidad.