En las tiendas donde hay de todo no tienen realmente de todo. ¿Venden madurez líquida, un corazón nuevo, besos de enamorado…? En La Tododería de Silverius Klamp, sí. Edda entra en ella buscando encaminar su vida: cree que no se porta todo lo bien que debería y además su hermana está muy enferma. Junto al dueño del establecimiento y a las peculiares criaturas con las que traba amistad por el camino, la niña visitará mundos insospechados y correrá las aventuras más apasionantes, hallando mucho más de lo que esperaba.