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Este libro de poemas muestra el dolor, el amor, el querer, el sufrir de un adolescente en todo el esplendor de su sentir. En este libro cada poema es un sentir y cada sentir es una persona, por esto es que ninguna persona que haya amado o que amará, puede no sentir una llamada del alma al leerlo. Son versos escritos en rabia, en risa y en llanto ocasionado por amores pasajeros y eternos. Esta selección de poemas creados en el tesoro de la vida vienen a nosotros como un alivio a la vida, mas, a la vez como una apertura al alma a través de los ojos, ya que nos muestran el sufrir hacia la vida,…mehr

Produktbeschreibung
Este libro de poemas muestra el dolor, el amor, el querer, el sufrir de un adolescente en todo el esplendor de su sentir. En este libro cada poema es un sentir y cada sentir es una persona, por esto es que ninguna persona que haya amado o que amará, puede no sentir una llamada del alma al leerlo. Son versos escritos en rabia, en risa y en llanto ocasionado por amores pasajeros y eternos. Esta selección de poemas creados en el tesoro de la vida vienen a nosotros como un alivio a la vida, mas, a la vez como una apertura al alma a través de los ojos, ya que nos muestran el sufrir hacia la vida, pero sin embargo, nos muestran, a la vez, lo hermoso que puede llegar a ser ese sufrir en manos de un poeta.
Autorenporträt
Nací yo entre el mar y el desierto, en el último país del mundo, un día en el que a noviembre se le sumaron veinte y a diciembre se le restaron diez y cuando los números del año sumaban entre todos un número tres. Mas, no crecí entre números, sino entre alegría y canciones, entre pena y pasiones, entre te busco y no te encuentro y vienes pero no voy. Así crecí yo sufriendo o riendo pero siempre amando. Amando qué cosa se preguntarán ustedes, amando el amor les responderá mi alma. El amor ha guiado sin timón y en delirio mi viaje, y es de aquel viaje de donde nacen los poemas que leerán, para sufrir conmigo como yo sufrí y para amar conmigo como yo amé. Les dejo estos poemas desconsoladamente ya que no quise nunca ser poeta, quien me obligó a escribir fue aquel amor dentro de mí latente.