La tecnología y su desarrollo han sido herramientas de poder y dominación, pero también de bienestar para los habitantes de un país o una comunidad. El caso de México no puede ser la excepción, para salir de este subdesarrollo se debe incentivar y apoyar a su gente para que lleve a cabo sus nuevas ideas en la organización de la producción, en la invención y desarrollo de nuevas máquinas y dispositivos que le permitan tomar algunos nichos de desarrollo tecnológico y competir con sus pares en el extranjero lo cual nos convencerá seguramente de nuestra propia capacidad para el desarrollo tecnológico, que si bien ahora no es una cultura tan implantada en el país, sí puede empezar a introducirse para producir grandes frutos en un futuro no muy lejano.