La cuestión acerca de la libre voluntad ha sido preocupación de varios filósofos, tanto en el sentido ontológico como en el ético, pues para algunos la libertad, en un sentido ontológico, es la condición necesaria para fundamentar una propuesta ética. En otras palabras, primero se debe argumentar la existencia de la libertad en un plano ontológico para así dilucidar una libertad en términos éticos. Uno de los que enfrentó el inconveniente de la libertad fue Immanuel Kant, proponiendo lo que denomina antinomia de causalidad, en la que presenta dos causalidades (causalidad natural y causalidad por libertad) y dos visiones (fenómeno y cosa en sí). Otro filósofo que se ha atrevido a plantear una novedosa teoría acerca del problema de la libertad es Nicolai Hartmann que no olvida otras alternativas y discutiendo con la tradición propone una nueva manera de resolver el asunto de la libertad, la cual se fundamenta en estratos ontológicos que en su conglomerado constituyen la realidad.