Tratando de comprender en su exacta dimensión el estado que guardan actualmente los países malamente llamados latinoamericanos, entre ellos México, es inevitable recurrir a los hechos que ocurrieron hace ya más de doscientos años, precisamente cuando las oligarquías criollas y mestizas, buscando hacerse del poder desplazando a los españoles, colocan a nuestros países al arbitrio del creciente dominio norteamericano bajo una ilusa independencia del exterior. Nuestros países padecen una fuerte influencia exterior (casi exclusiva de los Estados Unidos de Norteamérica) en lo económico, lo político, lo cultural y hasta en lo militar, misma que nadie puede negar. Influencia que toma caracteres de un neocolonialismo salvaje tanto por el control de nuestros recursos naturales y humanos, como porque ha impedido cualquier intento de desarrollo industrial, manteniéndonos en un estado de miserable atraso del cual obtiene todas sus ventajas.Sin la activa participación de las logias masónicas,este período no sería explicable, mejor dicho, son las logias masónicas de origen europeo y norteamericano las que forman y sostienen a la hornada de insurgentes.