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Este librejo es una colección de artículos, agrupados por temas, que he ido escribiendo gracias a la jubilación y la pandemia. Ambas generan mucho tiempo libre. Son reflexiones personales sobre diversos temas con un sustrato común: son todas políticamente muy incorrectas. También son incorrectas desde el punto de vista lingüístico: la ortografía de la lengua española (una degeneración bárbara de la noble lengua latina) me ha importado siempre un bledo. Y con esta frase anuncio que uso, sin ningún recato, un lenguaje zafio, soez y zangolotino cuando me viene en gana y solo uso los estúpidos…mehr

Produktbeschreibung
Este librejo es una colección de artículos, agrupados por temas, que he ido escribiendo gracias a la jubilación y la pandemia. Ambas generan mucho tiempo libre. Son reflexiones personales sobre diversos temas con un sustrato común: son todas políticamente muy incorrectas. También son incorrectas desde el punto de vista lingüístico: la ortografía de la lengua española (una degeneración bárbara de la noble lengua latina) me ha importado siempre un bledo. Y con esta frase anuncio que uso, sin ningún recato, un lenguaje zafio, soez y zangolotino cuando me viene en gana y solo uso los estúpidos acentos de la lengua española cuando el corrector los pone. Las normas de la RAE me las paso por el forro por tres razones: porque son reales, son académicas y son españolas.
Autorenporträt
El autor es actualmente vicepresidente del Estado Libre de La Caseta, situado en un valle de la Sierra Calderona al este de la península ibérica. Tiene una extensión de 2500 m2 y está habitado por mi mujer, presidenta y jefa suprema del país, dos perros y cuatro gatos, además de por pájaros, ratones, lagartijas, caracoles, insectos y demás bichos campestres que no están censados. Tenemos frutales variados, olivos y una pequeña huerta, lo que nos permite cierta independencia alimenticia, pero no tenemos pozos petrolíferos, lo que es una ventaja: nadie nos quiere invadir. El autor es ateo militante y anarquista radical, rama epicúrea-hedonista-casetera. Odio todo tipo de instituciones políticas, religiosas y hasta futbolísticas, aunque no odio a nadie personalmente, ni siquiera a Ronaldo. Soy miembro y ministro ordenado de la única religión verdadera: La Iglesia del Monstruo Espagueti Volador. Una gran religión que solo tiene dos normas: no hacer la puñeta a nadie y comer espaguetis y beber cerveza el día del patrón. Es bastante llevadera. Además, por decisión propia, he abandonado la especie Homo Sapiens y he decidido ser Homo Neandertalis, una especie claramente más noble e inteligente que la mal llamada Sapiens. Tan inteligente que siempre estuvo feliz con su animalidad y no le dio por la metafísica como a los Sapiens. ¿Cómo es posible cambiar de especie? Fácil, … yo soy Neandertal por la gracia de dios. El Monstruo Espagueti Volador, que es poderoso, me transformó tocándome con sus tallarinescos apéndices. Anteriormente, y con el fin de ganarme la vida, me dediqué a diversas actividades que se pueden agrupar bajo el término general de "charlatanería de alto nivel" y que detallo a continuación, más que nada por darme un poco de bombo.