El CIET reportó en un estudio realizado en tres municipios indígenas del estado de Guerrero, hubo una prevalencia de la desnutrición crónica medida por el indicador talla/edad de 42.6%. Se encontró una asociación con la introducción de alimentación complementaria después de los seis meses, así como alimentos propios de la región, aceptados por madres y abuelas. Los objetivos fueron: disminuir la desnutrición crónica en los niños menores de dos años. Fomentar la introducción de alimentos sólidos a partir de los cuatro meses de edad. Implantar una estrategia de comunicación. Monitorear la prevalencia de la desnutrición crónica. Medir el conocimiento y actitudes de las madres. Medir el impacto de la intervención de mensajes sobre alimentación. Entre mayo 1999 y agosto del 2000 se realizó un estudio de intervención comunitario, sin grupo control, los municipios con población indígena. Se realizaron tres ciclos de medición en los que se encuestó, pesó y midió la talla. El impacto de la intervención se vio reflejado en el grupo de edad de 4 a 7 meses. Mejoró el conocimiento en relación a la alimentación complementaria, preferencia de comida sólida y frecuencia en la lactancia.