A pesar de los avances producidos en su diagnóstico y tratamiento, las enfermedades infecciosas son aún causas frecuentes de morbilidades y mortalidades en todos los ámbitos de la asistencia sanitaria en América Latina y a lo largo y ancho del planeta. En el Ecuador se le ha prestado atención a esta problemática, el autor propone una experiencia que constata esta realidad en un contexto social determinado.