Este libro presenta una perspectiva alternativa a la noción de intertextualidad, intentando dejar de lado la idea en torno a la cual los significados son propiedades de los textos, para dar paso a un enfoque en donde la significación sea interpretada como un conjunto de construcciones conceptuales que los agentes llevan a cabo. Para fundamentar esta propuesta nos valdremos del enfoque cognitivo, específicamente la teoría de los espacios mentales y la integración conceptual (Fauconnier y Turner, 2002), aunque también nos valdremos de algunas herramientas conceptuales que extraemos de la semiótica agentiva (Niño, 2015), ya que el proceso de dación de sentido se establece en la mente y en relación con los agentes, quienes son los encargados de establecer relaciones intertextuales.