La evaluación de los docentes en México constituye uno de los ejes fundamentales de las políticas educativas, dada la convicción de que de ello depende la posibilidad de mejorar la calidad de la educación en el país. La más reciente aportación al respecto y quizá la más controversial en la historia del magisterio ha sido la Reforma Educativa de 2013. Dicha reforma se convirtió en la piedra angular para esta investigación que tuvo por objetivo analizar la idoneidad del proceso de evaluación que el Servicio Profesional Docente diseñó para la permanencia en los años 2015, 2016 y 2017.