Actualmente vivimos en una sociedad centrada en el trabajo, en el que el ser humano invierte un tercio de su vida. Si este trabajo no es bien gestionado, puede provocar consecuencias negativas en la salud física y mental de las personas. Como principales consecuencias nos encontramos con la ansiedad y el estrés laboral, que afecta al 59% de los empleados. Si a esto le sumamos el riesgo que supone trabajar en la carretera bajo problemas de estrés, ya que se puede provocar algún accidente de tráfico e irregularidades en la manera de conducir, llegando incluso el caso en el que el conductor provoque tanto para él como para el resto de personas que le rodean, un riesgo de la integridad física. Por ello, se ha considerado importante realizar un estudio experimental sobre los efectos del estrés laboral y la ansiedad en conductores profesionales, evaluando dichas patologías y realizando una intervención cognitivo-conductual para bajar los niveles de estrés y ansiedad, con resultados finales muy positivos.