La sismicidad presente en el Perú y la orogenia andina poseen un origen común, la subducción de la Placa de nazca debajo de la Placa Sudamericana, esta convergencia tiene velocidades del orden de 8cm/año dando forma a la actual topografía caracterizada por la presencia de la Cordillera de los Andes. Durante el periodo intersísmico la sismicidad posee una distribución espacial bastante compleja, nosotros observamos que la sismicidad se correlaciona con la topografía, donde la placa en subducción (slab) presenta una sismicidad con fallas inversas en la zona de antearco volviéndose normales en la zona de trasarco, disminuyendo esta sismicidad entre ambas zonas, específicamente en los Altos Andes (2000m). El peso litosférico de la alta topografía modifica el estado de los esfuerzos tectónicos generando un incremento en el esfuerzo vertical litosférico, el cual produce una compensación del esfuerzo tectónico generado por la subducción, produciendo de esta manera la disminución de la sismicidad.