Durante los últimos años, la profesión de enfermería ha experimentado un cambio tanto cuantitativo como cualitativo: se han incrementado las competencias en el ámbito hospitalario y extrahospitalario. A este avance tan importante se une la aparición de nuevas tecnologías: ventiladores mecánicos, monitores electrocardiográficos y hemodinámicos, etc., que nos ayudan a determinar la situación puntual de un paciente ante un evento vital. Adelantarse a los acontecimientos hace que podamos prevenir complicaciones de importancia: el monitoreo respiratorio con el capnómetro/capnógrafo (con valor numérico de EtCO2 y la capnografía, modo en que se expulsa el aire) es sin duda un ejemplo de ello. Los profesionales de la enfermería debemos formarnos al respecto: manejo tecnológico del capnómetro/capnógrafo, valoración de la EtCO2, interpretación de la onda del Capnograma, y como no, la integración de estos resultados con el resto de parámetros del paciente.