Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de discapacidad y de muerte prematura en todo el mundo, y contribuyen sustancialmente al aumento de los costos de la atención de salud. Para iniciar acciones preventivas o tratamiento clínico de estas enfermedades, debemos guiarnos por el Riesgo Cardiovascular, el mismo que se puede establecer utilizando diversas escalas como el estudio de Framingham, que permite conocer la probabilidad de sufrir un evento cardiovascular agudo en un periodo determinado (10 años).