Debido a la aplicación sistemática de las prácticas agrícolas modernas, la vuelta a las condiciones naturales anteriores al cultivo puede ser muy lenta y numerosos los problemas que emergen durante la restauración natural. Uno de los principales cambios que acontecen en la transformación de las tierras agrícolas abandonadas es su conversión desde un sistema alto en entradas/salidas hacia otro más bajo. Las primeras especies que van a establecerse durante la transformación del sistema son unas pocas y persistentes malas hierbas de cultivo, que dominan el banco de semillas. Estas plantas son en su mayoría oportunistas, con una capacidad relativamente pobre de explotación de los recursos por parte de sus raíces. Durante la fase inicial después del abandono del cultivo, el desarrollo de la vegetación dominada por estas especies que son buenas colonizadoras y competitivas, pero sólo cuando la disponibilidad de recursos es alta, puede retardar la sucesión durante algunos años. Ello se debe a que disminuyen los recursos del sistema y se perpetúan las condiciones iniciales al impedirse el desarrollo normal de la vegetación.